sábado, 15 de diciembre de 2012

CUADRO SINOPTICO DE: EL PODER, EL DERECHO Y LA SOCIOLOGIA DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LA FAMILIA


MAPA MENTAL DE: EL COMUNITARISMO Y EL ESTATUTO SOCIAL DE LA VIDA



ENSAYO LA FORMACION DE LOS HIJOS EN LA POSTMODERNIDAD








UNIVERSIDAD POPULAR AUTÓNOMA
DEL ESTADO DE PUEBLA
MAESTRÍA EN DESARROLLO FAMILIAR

Profr: Mtro. Abraham Siloé Ramos Pérez
Alumna: María Marina Monterrosas González
Asignatura: Familia y Sociedad

ENSAYO:
LA FORMACION DE LOS HIJOS EN LA POSTMODERNIDAD




OCTUBRE DEL 2012






LA FORMACION DE LOS HIJOS EN LA POSTMODERNIDAD

La postmodernidad se establece históricamente tras el fin de la Guerra Fría como consecuencia de la caída del comunismo, teniendo como máximo símbolo la caída del Muro de Berlín (1989). Esto produce el nuevo paradigma de la Globalización, planteando realidades con las siguientes características:
·         histórico-sociales,  donde se apuesta por el progreso individual, una economía de consumo, el cuestionamiento de las grandes religiones, los medios masivos de comunicación y el  acaparamiento del saber, como centros de poder.
·         socio-psicológicas, los individuos sólo quieren vivir el presente,  pérdida de fe en el poder público y desaparición de idealismos.
Las nuevas familias postmodernas, están marcadas por inestabilidad de vínculos afectivos, disminución de hijos por pareja y resistencia a formalizar las uniones. Nuestros padres se unían para constituir una familia, no para vivir en pareja; un matrimonio sin hijos suponía fracaso; hoy día vivimos y disfrutamos de la pareja, siendo opcional el tema de tener hijos, se habla de padre biológico y padre postizo. Y con esto se crean diferentes tipos de familia alternativas a la tradicional.
En la era moderna la figura de la familia se muestra menos solidaria con la comunidad y así la unión estricta a los antepasados desaparece. De igual manera, los intereses en común pasaron a ocupar un lugar secundario respecto a la opinión propia. Se da así una ruptura de las tradiciones y con ello los miembros del grupo familiar se inclinan más a salir que a la permanencia en la intimidad hogareña, con esto privilegiando el llamado hiperindividualismo  lo que trajo como consecuencia el progresivo relajamiento de los controles ejercidos por el padre y  la madre sobre los hijos adolescentes y la marcada disminución de la estabilidad conyugal.
Si bien en la modernidad la familia aún representa el núcleo principal para la socialización, las instituciones y el entorno laboral han abarcado gran parte de este proceso. En este sentido, la razón y la búsqueda de progreso funcionan como directrices sociales con la llegada del capitalismo a la economía mundial.
Ahora bien en contraposición a la modernidad, la posmodernidad es la época del desencanto, en donde el individuo renuncia a las utopías y a la idea de progreso. Esta etapa nace en respuesta al modernismo, puesto que la sociedad se ve hundida en la desesperación porque la búsqueda a través del saber no había traído más que desgracias, guerra y hambruna. Así pues, el individuo orienta sus intereses a satisfacer sus placeres individuales mediante la adquisición de bienes, cayendo en un consumismo desenfrenado, hedonista y materialista.
Creo que un tema básico, de gran interés y necesidad de atención en las familias es la formación de los hijos, porque al haber tantos cambios ideológicos, económicos y sociopolíticos derivados de la postmodernidad, la forma correcta de educarlos es confusa, compleja y requiere de una nueva reorientación que se adapte a las necesidades actuales.
Mucho se ha cuestionado y comparado los modelos de educación en el interior de las familias, tanto de las  modernas como de las postmodernas, sin omitir que en cada   época se deprecian   los valores y   las utopías se convierten en   formas   de vida.
La mayoría de los matrimonios modernos, tienden a   heredar sus formas de educar, como modelo, a las formaciones de familias posmodernas; sin embargo, éstas últimas luchan por defender su postura ante la   constitución de un nuevo hogar.
Hablar de formar o educar, encierra una complejidad poco analizada, no se reduce sólo al primer periodo de la infancia, sino más bien es todo un proceso desde la elección de la pareja, gestación y nacimiento del nuevo ser,   alimentación antes, durante y después del embarazo, cuidar, instruir,   educar y trascender.

Las familias  posmodernas se enfrentan a una diversidad cultural y social, independientemente de lo político y económico,   que en su momento sólo fue una utopía para las modernas, lo que quiere decir, que se enfrentan a nuevas formas de estructuras familiares, como la monoparental, la extensa entre otras, las nuevas sociedades de convivencia como equivalentes al matrimonio, sin dejar a un lado las formas de comunicación en la que las tecnologías juegan un papel preponderante dentro de la formación del individuo de estas generaciones. 
Con el incremento de la tecnología los lazos afectivos de los miembros del grupo familias se dispersan puesto que las barrera espacio-tiempo se elimina cada vez más, así pues se fortalecen aquellos vínculos externos al núcleo hogar, la relación de mayor significación de una persona puede ser con alguien que no sea su pariente y que viva a miles de kilómetros de distancia, y dicha “conexión” se mantiene enteramente por medios visuales, visitas ocasionales e imaginación activa.
La familia orienta a los más jóvenes a dirigir sus esfuerzos a la consecución material, al realismo del dinero en sí, a tal punto que la gran mayoría de los padres aconsejan a sus hijos que la elección de la carrera debe de estar ajustada a las proyecciones de dinero que ésta pueda proveerles, con la firme creencia que la riqueza se acomoda a todas las tendencias y necesidades, dejando a un lado con ello los valores del ser y exacerbando la búsqueda del placer superfluo.
Los nuevos padres,  se caracterizan por la fragilidad de su unión, la apatía ante   la transmisión de principios morales y religiosos, transgresión de las normas establecidas por la  modernidad, los cambios en los conceptos de vida, de valores, un desinterés rotundo a las imposiciones, defienden su individualismo así como sus percepciones de la vida.
Ahora, más que las posibilidades materiales de cada familia, son el estilo de educar, el afecto que se les brinda y las oportunidades de estimulación que se les provee lo que más influye sobre el desarrollo de los niños y entre los escombros de los valores depreciados podemos encontrar el camino de su revalorización”, cambiando los estigmas de la postmodernidad y orientando una formación más humanista que tome en cuenta valores universales y fijando su atención en materias más perdurables y que a futuro no dejen un vacio en el ser que no se llenara con nada.

La inserción de la familia en la vida postmoderna es un desafío, además, resulta particularmente complicado puesto que diversos factores no se presentan uno por uno sino conectados entre sí con la complejidad típica de las sociedades posmodernas lo que dificulta la misma elaboración de los modelos de referencia cultural ya que las variables en juego son tantas que parece, en la práctica, que debería ser cada familia la que diera su respuesta individual al conjunto de problemas y de cuestiones con las que se enfrenta. Pero todo esto también tiene su parte positiva ya que, efectivamente, se puede ver como una atractiva llamada a la iniciativa, a la creatividad y a la responsabilidad personal para hacer que esta dilatación de la libertad realizada por los recientes cambios sociales adquiera en el propio ámbito de vida y de trabajo, una forma adecuada al desarrollo de los valores familiares podemos decir que es urgente la revalorización de las familias, rescatar los proyectos de vida, sustentados en propósitos y compromisos para que realicen sus desempeños así como la práctica cotidiana de los valores, retomar la verdadera esencia de la formación del ser humano, para que las nuevas generaciones rescaten y reconstruyan el hogar que demanda atención urgente, al   que todos  llamamos sociedad postmoderna que al final debe buscar lo que todos queremos heredar a nuestros hijos lograr una vida plena y una gran felicidad.
Referencias
- http://es.wikipedia.org/wiki/Posmodernidad
- http://www.lanacion.com.ar/552329-las-nuevas-familias
- Ramos Pérez, Abraham S.,”Prolegómenos a la posmodernidad: la familia en la sociedad contemporánea”, Ensayo.
- Henao Franco, Jaime, “La Familia Posmoderna, claves para su interpretación y comprensión”, Variación Epocal: La Familia Posmoderna, En:
- Minuchin, Salvador, “Familias y terapia familiar” Madrid Ediciones GEDISA (1980)